Aunque sobraban los motivos para querer probarlo, nunca veía el momento.
El que no generara espuma, el que fuera sano y respetuoso con el cabello, me daba miedo que pudiera implicar que el pelo no quedara del todo bien, liso, sin encrespamiento… porque no nos engañemos, las siliconas y resto de productos que tanto se demonizan a veces, son también las que permiten que el pelo quede suave y brillante el día que lo quieres tener “guay” por el motivo que sea.
Pero llegó un día en que por fin, sin demasiadas expectativas lo probé.
Probé el del envase dorado para cabellos secos y sensibilizados y tengo que deciros que la experiencia no ha podido ser mejor.