Las cosas ya no son lo que eran.
Lo sé. Me ha quedado una frase “muy de abuela”. Pero en este caso no lo digo con el enfoque de “cualquier tiempo pasado fue mejor”… todo lo contrario.
Yo fui de las que tuvo que sufrir las primeras bases super-cubrientes y de larga duración, que fue lo que los 90 acabó llamándose “maquillaje efecto máscara” o “pote” porque eran tremendas…
Pero afortunadamente las cosas cambian y, al igual que pasó con las barras de labios de larga duración, que Bobbi Brown se encargó de que dejaran de ser secas y “cementosas” (ya me he vuelto a inventar una palabra…), los maquillajes ya son capaces de cubrir imperfecciones a pesar de no ser muy densos.
En los últimos años hemos pasado por la fiebre del nude, y del maquillaje efecto segunda piel, que básicamente son texturas fluidas, que dan un aspecto natural pero capaces de cubrir un poco las imperfecciones.